En muchas ocasiones son nuestros alumnos los que nos
hacen reír con las ocurrencias que tienen o con esas “ideas previas” que poseen
antes de abordar un contenido de manera científica.
Las respuestas de los chavales son tan variadas y elocuentes que podríamos escribir cientos de libros contando anécdotas sobre respuestas en exámenes, preguntas en clase o porque simplemente los niños en muchas ocasiones se acercan a sus maestros y empatizan con ellos, les cuentan sus inquietudes, sus preocupaciones o sus dudas “existenciales”.
Las respuestas de los chavales son tan variadas y elocuentes que podríamos escribir cientos de libros contando anécdotas sobre respuestas en exámenes, preguntas en clase o porque simplemente los niños en muchas ocasiones se acercan a sus maestros y empatizan con ellos, les cuentan sus inquietudes, sus preocupaciones o sus dudas “existenciales”.
A lo largo de mis años como maestro, que no son
muchos, me he encontrado con situaciones y respuestas muy divertidas de las
cuales algunas no puedo olvidar, ya que son divertidísimas. Antes de que la
memoria comience a fallar tengo que dejarlas registradas en este diario.
También espero esbozar alguna sonrisa en aquellos que lean este humilde blog.
Ojalá os hagan reír, algo tan necesario en nuestras vidas. Esta es una pequeña
recopilación de las anécdotas más divertidas que me he encontrado a lo largo de
estos 7 años como docente:
- Recuerdo
una vez explicando en Conocimiento del Medio cual era la mejor forma de
evitar el deshielo de los glaciares, un niño de 2º contestó: - Profe la mejor forma de conservar el
hielo es meterlo en la nevera y congelarlo.
- También en clase de
Conocimiento del Medio de otro colegio, hablando de productos derivados
pregunté a una niña de 3º algún derivado de la leche…, a lo que esta niña
contestó de manera aplastante: -La vaca
- Una vez sustituyendo en 1º
de primaria de otro colegio me dio por preguntar a los niños de donde se
obtenía la leche. La respuesta de un niño fue contundente: -
Del Mercadona
- En un examen de 5º
pregunté por los movimientos del corazón y me encontré de respuesta: -El
corazón siempre está en movimiento, sólo en los zombis está parado aunque
pueden andar y morder.
- En otro examen de 2º
pregunté si conocían algún vegetal sin flores y la respuesta fue clara y
concisa: –Sí, conozco
- Siguiendo con los exámenes
una de las respuestas más insólitas fue en un examen de 5º en el que
pregunté, qué es la presión atmosférica: -Es cuando el aire sopla muy
fuerte y te empuja hacia atrás, es como si te aplastase.
- En una clase de 2º
pregunté a los chicos si sabían que era un “rumiante”: -
Sí son animales que “gomitan” cuando comen mucho
- En cierta ocasión
vigilando el patio del recreo se encontraban los niños jugando
tranquilamente cuando una abuela de un niño de 1º se acercó a la valla del
centro y comenzó a llamarle. El niño no hacía caso y la abuela siguió
insistiendo. Este alumno que se encontraba cavando en el suelo con un
rastrillo, una pala y un cubo de juguete, llegado un momento levantó la
cabeza miró a su abuela y le dijo: -¡Abuela! te he dicho mil veces que no
me molestes cuando estoy trabajando.Este mismo niño en cierta
ocasión también me dijo: -Profe he corrido tanto que me duele
muchísimo el corazón. En otra ocasión este niño después de llevar casi 5 minutos incómodo y de pie
en una ventana intentando calcar un dibujo, por si mismo decidió coger una
silla acercarla a la ventana para sentarse y seguir calcando, me miró y
dijo: - Profe, esto si que es vida. La última anécdota de este
niño tan simpático fue una vez en el comedor, comiendo a mí lado le
pregunté si le gustaban los huevos fritos, a lo que respondió: -
Es lo que más me gusta en el mundo.
- Explicando la respiración
en 1º preguntaba a mis alumnos cual es el órgano encargado de tomar el
oxígeno, mientras me señalaba el pecho: - Por las tetas respondió
una niña.
- Esta es de mi hermana que
también es docente. Un niño de origen chino no paraba de observar el suelo
cuarteado por la falta de agua, se acercó a su seño y le preguntó: -Seño,
porque está roto el suelo
- En un colegio muy particular,
tenía un alumno un tanto bruto a la hora de decir las cosas. Normalmente
cuando un niño quiere ir al baño te pregunta si puede ir al servicio o te
dice que se está haciendo “pis” o “caca. Este alumno de 2º, siempre que
quería ir al baño se acercaba y ni corto ni perezoso te soltaba:
Le
expliqué muy detenidamente que no es una expresión muy adecuada y de manera
jocosa y eufemística le conté como tenía que pedir permiso para ir al baño. El
niño atendió con mucha atención, le dije que cuando uno tiene la necesidad
imperiosa de hacer de vientre se dice que “uno tiene que llevar troncos al
aserradero”. Así evitamos la palabra CAGAR la cual suena tan mal.
A los dos días veo como
este niño se acerca a mi mesa con las manos en la tripa y con gesto de tener un
buen“apretón”: - ¡Profe!, que tengo un tronco de esos a punto de estallar