Un año más me encuentro ante la
difícil tarea de que hacer con mis alumnos en alternativa a la religión. Este
año más que ningún otro, pues doy alternativa a más de un nivel.
¿Qué hacer en alternativa?,
buena pregunta, pues que yo sepa ni el ministerio ni la consejería tienen
ningún programa específico el cual los maestros podamos seguir y basarnos en él.
Mas bien es un “laissez faire”.
No se pueden hacer deberes,
pues los alumnos de religión estarían en desventaja con respecto a los de alternativa. Tampoco se
puede repasar ni reforzar contenidos por el mismo motivo.
En religión hay un maestro/a
específico que imparte esta materia. Maestro que es designado y contratado por
la iglesia-consejería. Y que nadie me entienda mal, son maestros igual que
cualquiera de nosotros, personas que por encima de todo buscan educar a
nuestros alumnos. Yo he tenido formidables compañeros y compañeras de religión,
sobre todo un maestro al que tengo especial cariño y que gracias a él pude
volver a cierto colegio perdido en la montaña. Una persona excepcional, que
además se preocupa como el que más por sus alumnos, por su colegio y por su
pueblo. Poco reconocido por los padres, en más de una ocasión creo que no le
han tratado ni le han demostrado el respeto ni el reconocimiento que se merece.
Tarde o temprano lo harán. Un día de estos te haré una
visita, no lo dudes. Desde aquí, mi abrazo más sincero
La alternativa genera un
conflicto porque no se contrata a ningún profesor, son los tutores los que al
final debemos de hacernos cargo de este tiempo(pues no es ni una materia) por
el mismo precio por supuesto.
Religión es evaluable y ahora
contará como nota media, alternativa no. Así podría tirarme escribiendo muchas parrafadas
comparando una con otra.
No me merece la pena, pues no
dejamos de ser títeres ante la administración y los políticos y por mucho que
me queje poco voy a conseguir, aunque este es mi diario y tengo todo el derecho
a escribir lo que pienso.
Puedo entender, aunque estemos
en un estado aconfesional, que si alguien tiene inquietudes espirituales está
en su derecho el poder decidir en sus hijos un estudio más determinado de una
doctrina religiosa. Aquí se impone una doctrina religiosa concreta, por cierto.
Lo que me molesta es que no
exista ningún programa específico para trabajar en las horas de alternativa a
esas religiones.
Todos los años es la misma
historia. Lo más gracioso es que depende en que centro estés debes pedir
permiso a los padres sobre aspectos a tratar en estas horas. Por ejemplo si
quieres elaborar un programa el cual enseñe a los chicos la historia de
distintas religiones, debes pedir permiso.
En algún que otro curso me he
decidido por elaborar un programa sobre mitología. A los chicos les motiva y
además aprenden un poquito de historia. Este año comencé con la “gran mayoría”
de alumnos de 6º de alternativa(por cierto es muy curioso ese fenómeno por el
cual los alumnos pierden la fe después de 3º de primaria, es decir, después de
la “comunión”) con mi programa de mitología, algo por lo que no tengo que estar
pidiendo permiso a las familias, y además tampoco crea ningún quebradero de
cabeza a dirección.
Tras terminar el primer
trimestre creando un mural informativo sobre el Olimpo y los dioses griegos y
romanos que ocupa toda la pared del AMPA, me disponía a comenzar el segundo
trimestre con la mitología egipcia y en el tercero con la nórdica. Pero los
chicos de 6º a los que doy alternativa y con los que he conectado bastante
bien, aprovechan la ocasión para preguntarme sobre temas y aspectos cotidianos
y que están en el día a día de nuestras vidas. No se si su tutor no les habla
de ello o es que no tienen la suficiente confianza como para preguntárselo,
pero creo que no dejan de ser contenidos importantes a desarrollar en el aula,
y que nuestro deber como maestros es informarles, formales y educarles a la
vanguardia de nuestra sociedad.
-Profe, ¿qué es eso de las
células madres?.(Preguntó una alumna con suma curiosidad)
- Sí profe, y por eso hay tanto
lio con los abortos.(Añadió su compañero)
Y a continuación siguieron
varias preguntas con bastante desconocimiento.
La decisión fue muy rápida, a
la siguiente clase les preparé un dossier adaptado a 6º de primaria, en donde
les explicaba que eran las células madre, sus ventajas e inconvenientes. Además
busqué dos textos, uno a favor y otro en contra, en donde ellos mismos son los
que deberán de sacar sus propias conclusiones. Yo les ofrezco la verdad, ellos
tienen que saber elegir su postura, no adoctrino solo enseño.
No he pedido permiso ni lo voy
a pedir, pues voy a continuar mis clases de alternativa con temas que a ellos
les despierten curiosidad. Quieren saber que es el SIDA, la sexualidad, los
derechos humanos, las redes sociales, el uso de whatsapp (aunque antes de
navidades ya les di una buena charla sobre el uso indebido de estas
tecnologías). En definitiva ellos deciden, yo les enseño. Es lo que hay. Y que a
nadie se le ocurra decirme lo puedo o NO puedo enseñar en mis clases de
alternativa. Si no les gusta ya saben lo que tienen que hacer, trabajar como lo
hago yo.
A ver que nos depara esta nueva ley, aunque conociendo a José Ignacio,
nada me va a sorprender.