Como en todo pueblo pequeño,
las moscas suelen tener un acto de presencia notable, pues el ganado hace que se
reproduzcan por doquier.
Lo normal es que con el frío
desaparezcan, pero yo no se por que este año siguen dándonos la lata en las
aulas. Tenemos una verdadera plaga.
Como no podemos librarnos de
ellas, una buena idea es utilizarlas como pretexto para aprender alguna fábula
o poesía.
Entre mis favoritas esta una de Félix María
Samaniego:
A un panal de rica miel
dos mil moscas acudieron,
que por golosas murieron
presas de patas en él.
Otra dentro de un pastel
enterró su golosina.
Así, si bien se examina,
los humanos corazones
perecen en las prisiones
del vicio que los domina.
Después de que todos mis
alumnos y alumnas de 2º de primaria memorizasen la poesía en un día, les pedí que
hiciesen un dibujo que representase esta fábula. Una niña de 2º me sorprendió
con esto:
Que maravillosa es la mente de
un niño
Les he prometido que la semana
que viene les iba a presentar a un señor que se llama Antonio, (Antonio
Machado) y que este señor también escribió algo sobre las moscas.
Lo gracioso de esta anécdota es
que alguno cree que Machado va a venir en persona al cole.
Veremos que sacamos de
beneficio de esta visita y de sus moscas.