Otro curso más termina y como
siempre nostálgico de todo lo vivido en este año. Otra vez esa sensación
agridulce al terminar el cole, con esas despedidas que tanto me cuestan no solo
con los chicos sino también con los compañeros.
Ha sido un buen curso, hacía
tiempo que no me sentía tan reconocido y valorado por mi profesión. Cuanto voy
a echar de menos el colegio público el Greco.
La verdad es que este año he
conectado muy bien con los cursos que me han dado. A los de 6º de primaria con
los que hemos establecido un estrecho vinculo, les voy a echar mucho de menos.
Me resultó muy emotivo como el último día de clase me hicieron entrega de un
gracioso diploma el cual se unirá al resto de detalles que guardo con orgullo de
mi paso por los distintos colegios en los que he trabajado.
No es fácil impartir algo a lo
que no se le considera asignatura, que no es evaluable y que además tienes muy
limitado el programa con el que trabajar.
Pero a base de innovación y saber hacer si se han conseguido ver
resultados en estos chicos y chicas.
Con mis charlatanes de 3ºde
primaria también ha sido una relación muy estrecha, a pesar de estar con ellos
solo media jornada. Aun así no me puedo quejar de ellos salvo porque padecen de
diarrea verbal. Un grupo excelente tanto en aptitudes como en actitudes, una mezcla
que considero fundamental para alcanzar objetivos en esta vida.
Como casi siempre se nota mi
mano en ellos, sólo hay que ver la camiseta que me han regalado.
Sigo sembrando este mundo de
superhéroes pues es la única forma de cambiarlo, utilizando el bien y la
justicia por encima de todo.
Otro curso más se termina y el
“maestro ambulante” continuará su
andadura por otros centros…,
ojalá sea tan entrañable como han sido este año.