La
semana pasada fuimos de excursión a “Poyales del Hoyo” “Al museo de las
abejas”.
Con la
que no está cayendo encima, las excursiones suponen un gran esfuerzo a
muchísimas familias, sobre todo para aquellas que tienen varios hijos. A
principio de curso estábamos preocupados, teníamos que buscar excursiones
económicas para que las familias pudieran afrontarlas sin dificultades,
excursiones sencillas que no acarreasen gastos extras. Decidimos ir “Al museo
de las abejas” por el módico precio de 3 euros. Lo que no podíamos imaginar es
que fuese tan instructiva, interesante y motivadora. Me pareció una de las
mejores excursiones a las que he ido con mis alumnos. Cuando realizas una
excursión, pretendes que esta tenga un sentido útil para los chicos. Intentas
que aprendan desde un punto de vista distinto al aula. En esta excursión no
solo aprendieron los alumnos, también los profesores. Me gustó mucho pues descubrí
aspectos de estos animales que desconocía y eso me encanta.
Yo que
soy muy crítico, diría que al museo le faltó realizar algún pequeño taller con
cera o miel. Aun así creo que la visita fue muy provechosa. La he recomendado a
muchos compañeros y si algún año puedo, volveré con otro colegio. El paisaje,
las vistas y el trato familiar, mereció la pena.
Muchas
veces, en la sencillez de las cosas
encontramos el bienestar, el gusto y la pasión por los pequeños placeres diarios.
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