Se acercan la navidades y se
palpa en el ambiente del cole. Nos queda muy poquito para coger esas ansiadas
vacaciones que tanto necesitamos después del primer trimestre, el más duro sin
ninguna duda.
Este trimestre tengas el curso que
tengas siempre cuesta. Los pobrecitos interinos como yo que cada curso toca en
un cole y curso nuevo, tienes que adaptarte lo más rápido posible al colegio, a
los compañeros y a los alumnos. Más importante es conseguir que los alumnos se
adapten cuanto antes a ti. Es todo un proceso de adaptación en el que si
consigues adaptarte sobrevives.
Este trimestre y este comienzo
de curso en concreto, ha sido bastante trabajoso, pero al final los resultados
empiezan a vislumbrarse a favor del esfuerzo y trabajo realizado en estos
meses.
No recuerdo haber tenido tanto
volumen de trabajo desde que empecé trabajar como docente, y es que este cambio
de ley nos ha obligado a todos a trabajar a destajo y contrareloj con toda esta
maldita tarea burocrática que tanto odiamos muchos y que tanto gusta “a los de
arriba”.
Parece que lo más importante en
la escuela es rellenar papeles, proyectos, tablas y demás.
Y todo porque a un “iluminado”
le da por cambiar todo el programa educativo a su imagen y semejanza, deprisa,
corriendo y encima mal hecho.
En fin, no nos queda otra que
cumplir con esta obligación tan poco gustosa para muchos de nosotros.
A pesar de este estrés
curricular, uno se queda muy satisfecho con el resultado obtenido de su curso.
Vamos por buen camino.
Mi grupo, el cual se compone de
7 niñ@s de primero y 8 niñ@s de segundo promocionan a un segundo trimestre con
una buena base. Estoy muy satisfecho con los de primero pues a finales de noviembre
ya los tengo a todos leyendo, escribiendo, sumando y restando como unos
campeon@s. Es fundamental para un grupo de primero que en infantil les hayan
iniciado en la lectoescritura y la aritmética. Y que nadie se confunda porque
para quien es realmente cómodo es para los niños y no para los docentes, pues
le resultará muchísimo más fácil a los niños enfrentarse a un cambio tan
drástico como es el paso de infantil a primaria.
Es maravilloso irse de descanso
navideño sabiendo que los de primero leen, escriben, suman y restan. Con estas
cuatro destrezas básicas, todo es posible. A partir de aquí la enseñanza
consiste en construir contenidos partiendo de estas cuatro destrezas que
siempre que estén bien asentadas podemos construir rascacielos de contenidos
sobre ellas.
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