jueves, 18 de octubre de 2012

El Pragmatismo de los niños

Dentro de nuestra ajetreada vida laboral, encontramos momentos en los que uno no pude evitar soltar unas carcajadas, relajarse y reír.
En muchas ocasiones son nuestros alumnos los que nos hacen reír con las ocurrencias que tienen o con esas “ideas previas” que poseen antes de abordar un contenido de manera científica.
Las respuestas de los chavales son tan variadas y elocuentes que podríamos escribir cientos de libros contando anécdotas sobre respuestas en exámenes, preguntas en clase o porque simplemente los niños en muchas ocasiones se acercan a sus maestros y empatizan con ellos, les cuentan sus inquietudes, sus preocupaciones o sus dudas “existenciales”.

A lo largo de mis años como maestro, que no son muchos, me he encontrado con situaciones y respuestas muy divertidas de las cuales algunas no puedo olvidar, ya que son divertidísimas. Antes de que la memoria comience a fallar tengo que dejarlas registradas en este diario. También espero esbozar alguna sonrisa en aquellos que lean este humilde blog. Ojalá os hagan reír, algo tan necesario en nuestras vidas. Esta es una pequeña recopilación de las anécdotas más divertidas que me he encontrado a lo largo de estos 7 años como docente:

  • Recuerdo una vez explicando en Conocimiento del Medio cual era la mejor forma de evitar el deshielo de los glaciares, un niño de 2º contestó: - Profe la mejor forma de conservar el hielo es meterlo en la nevera y congelarlo.
  • También en clase de Conocimiento del Medio de otro colegio, hablando de productos derivados pregunté a una niña de 3º algún derivado de la leche…, a lo que esta niña contestó de manera aplastante: -La vaca
  • Una vez sustituyendo en 1º de primaria de otro colegio me dio por preguntar a los niños de donde se obtenía la leche. La respuesta de un niño fue contundente: - Del Mercadona
  • En un examen de 5º pregunté por los movimientos del corazón y me encontré de respuesta: -El corazón siempre está en movimiento, sólo en los zombis está parado aunque pueden andar y morder.
  • En otro examen de 2º pregunté si conocían algún vegetal sin flores y la respuesta fue clara y concisa: Sí, conozco
  • Siguiendo con los exámenes una de las respuestas más insólitas fue en un examen de 5º en el que pregunté, qué es la presión atmosférica: -Es cuando el aire sopla muy fuerte y te empuja hacia atrás, es como si te aplastase.
  • En una clase de 2º pregunté a los chicos si sabían que era un “rumiante”: - Sí son animales que “gomitan” cuando comen mucho
  • En cierta ocasión vigilando el patio del recreo se encontraban los niños jugando tranquilamente cuando una abuela de un niño de 1º se acercó a la valla del centro y comenzó a llamarle. El niño no hacía caso y la abuela siguió insistiendo. Este alumno que se encontraba cavando en el suelo con un rastrillo, una pala y un cubo de juguete, llegado un momento levantó la cabeza miró a su abuela y le dijo: -¡Abuela! te he dicho mil veces que no me molestes cuando estoy trabajando.Este mismo niño en cierta ocasión también me dijo: -Profe he corrido tanto que me duele muchísimo el corazón. En otra ocasión este niño después de llevar casi 5 minutos incómodo y de pie en una ventana intentando calcar un dibujo, por si mismo decidió coger una silla acercarla a la ventana para sentarse y seguir calcando, me miró y dijo: - Profe, esto si que es vida. La última anécdota de este niño tan simpático fue una vez en el comedor, comiendo a mí lado le pregunté si le gustaban los huevos fritos, a lo que respondió: - Es lo que más me gusta en el mundo.
  • Explicando la respiración en 1º preguntaba a mis alumnos cual es el órgano encargado de tomar el oxígeno, mientras me señalaba el pecho: - Por las tetas respondió una niña.
  • Esta es de mi hermana que también es docente. Un niño de origen chino no paraba de observar el suelo cuarteado por la falta de agua, se acercó a su seño y le preguntó: -Seño, porque está roto el suelo
De todas estas vivencias hay una que siempre será mi preferida, la mejor para el final. Cuando en alguna ocasión la he contado a mis amigos o familiares siempre me dicen que es como un chiste, pero puedo asegurar que me ocurrió en un colegio y fue tal la risa que hoy en día no puedo evitar reírme si la vuelvo a recordar. Espero os resulte divertida.

  • En un colegio muy particular, tenía un alumno un tanto bruto a la hora de decir las cosas. Normalmente cuando un niño quiere ir al baño te pregunta si puede ir al servicio o te dice que se está haciendo “pis” o “caca. Este alumno de 2º, siempre que quería ir al baño se acercaba y ni corto ni perezoso te soltaba:
-Profe, tengo que CAGAR. Cansado de oír esta expresión tan ordinaria día tras día y provocar en el resto de sus compañeros mofas y burlas hablé con él.
Le expliqué muy detenidamente que no es una expresión muy adecuada y de manera jocosa y eufemística le conté como tenía que pedir permiso para ir al baño. El niño atendió con mucha atención, le dije que cuando uno tiene la necesidad imperiosa de hacer de vientre se dice que “uno tiene que llevar troncos al aserradero”. Así evitamos la palabra CAGAR la cual suena tan mal.
A los dos días veo como este niño se acerca a mi mesa con las manos en la tripa y con gesto de tener un buen“apretón”: - ¡Profe!, que tengo un tronco de esos a punto de estallar