lunes, 23 de junio de 2014

Curso Clausurado

Otro curso más termina y como siempre nostálgico de todo lo vivido en este año. Otra vez esa sensación agridulce al terminar el cole, con esas despedidas que tanto me cuestan no solo con los chicos sino también con los compañeros.
Ha sido un buen curso, hacía tiempo que no me sentía tan reconocido y valorado por mi profesión. Cuanto voy a echar de menos el colegio público el Greco.

La verdad es que este año he conectado muy bien con los cursos que me han dado. A los de 6º de primaria con los que hemos establecido un estrecho vinculo, les voy a echar mucho de menos. Me resultó muy emotivo como el último día de clase me hicieron entrega de un gracioso diploma el cual se unirá al resto de detalles que guardo con orgullo de mi paso por los distintos colegios en los que he trabajado.


No es fácil impartir algo a lo que no se le considera asignatura, que no es evaluable y que además tienes muy limitado el programa con el que trabajar.  Pero a base de innovación y saber hacer si se han conseguido ver resultados en estos chicos y chicas.
Con mis charlatanes de 3ºde primaria también ha sido una relación muy estrecha, a pesar de estar con ellos solo media jornada. Aun así no me puedo quejar de ellos salvo porque padecen de diarrea verbal. Un grupo excelente tanto en aptitudes como en actitudes, una mezcla que considero fundamental para alcanzar objetivos en esta vida.
Como casi siempre se nota mi mano en ellos, sólo hay que ver la camiseta que me han regalado.




Sigo sembrando este mundo de superhéroes pues es la única forma de cambiarlo, utilizando el bien y la justicia por encima de todo.

Otro curso más se termina y el “maestro ambulante” continuará  su andadura por otros centros…,


 ojalá sea tan entrañable como han sido este  año.

miércoles, 11 de junio de 2014

Quiero una plaza vacante..., maneras de vivir

Otro año más me veo rellenando esa famosa lista de posibles interinidades para el curso que viene. Aunque he cambiado de comunidad el ritual viene a ser el mismo que antes. Consiste en cumplimentar una solicitud con tus datos para después ir seleccionando provincias, localidades y centros.
Es importante establecerse una buena estrategia para luego ir ampliando el radio de distancia en Km y aunque hay destinos que no quieres ni en pintura, lo más importante es soñar en trabajar todo el año en un centro y a ser posible con una vacante para todo el curso.
Años anteriores esto era una auténtica perdida de tiempo, pues pusieses lo que pusieses, hacían caso omiso a tus preferencias y al final acababas trabajando justo en los sitios donde no querías.
Recuerdo cuando me dieron de destino Rascafría, lo pasé bastante mal, pues no tenía coche, me casaba en dos semanas y significaba quedarme a vivir allí. Tampoco ayudó mucho el ambiente de un centro enrarecido en el que gran parte del profesorado te da la espalda y es incapaz de mostrar un mínimo de solidaridad y compañerismo.
Este año estoy bastante optimista y pienso que desde que he cambiado de comunidad la suerte está de mi parte. Y es que, por desgracia, esto de pedir centro se basa en la suerte. Una lotería en la que si trabajas al lado de casa te ha tocado el gordo. Por lo menos así lo veo yo. Cuando tienes familia lo más importante es trabajar cerca de tu casa pudiendo disfrutar de ellos todos los días. Ese es el mejor complejo vitamínico para afrontar el día a día de nuestras vidas.
Después de todo el periplo del año pasado es una suerte seguir en activo. Lo único que espero es seguir trabajando un año más. Es lo que pido siempre, poder seguir trabajando.
La diferencia es que este año no hay oposiciones, lo que te hace la vida más fácil. Pensar que estamos en junio y uno puede relajarse haciendo deporte, saliendo con tu familia, leyendo libros atrasados, dibujando, escribiendo…, pequeños placeres que sin duda con la oposición a las puertas, serían muy difíciles de  saborear.
Hay que ver lo fácil que resulta el año que no opositas. El año pasado a estas alturas estaba de los nervios y con ese nudo en la garganta que no me deja respirar.
Sólo con pensar en el ello me vuelven los nervios. Este año toca relajarse y el curso que viene ya se verá. De momento vamos a pensar en las vacaciones que se acercan y que todos estamos deseando cogerlas.

Se acaba el curso y aunque parezca mentira siento que no quiero que termine. Ha sido un buen curso, demasiado idílico diría yo. Me da pena que se acabe, pues encontrar la suerte como este año va a ser difícil que se repita.
Que la suerte te sonría una vez, no significa que nunca más lo vuelva hacer. Si algo ha cambiado en mi forma de pensar, es a ver la vida desde un punto de vita más optimista.  


Como dice Paulo Coelho: “Deja de pensar en la vida y resuélvete a vivirla”.



miércoles, 4 de junio de 2014

Recuerdos de la EGB

Que sorpresa me llevé encontrando por las redes sociales a una de mis antiguas maestras de la EGB. Por aquel entonces no era lo que se dice un alumno brillante, creo que nunca lo he sido y aunque recuerdo la EGB como los mejores años de mi infancia e inicio de la adolescencia, no destaqué por ser un alumno de sobresaliente.
Dos maestros hicieron mella en mí durante esos años. Mi maestro de 1º y 2º del que por desgracia no volví a saber de él  y mi maestra de Lengua de 7º y 8º.
Desde que dejé el colegio creo haberme encontrado una vez con ella y fue en el mercado, por aquel entonces estaba estudiando magisterio. Con su hijo, del que fui amigo en esa etapa, nos hemos encontrado en más de alguna ocasión y siempre le insistía tozudamente que le diese muchos recuerdos a su madre.

Hacía mucho tiempo que no entraba en la red social de mi antiguo colegio y el otro día por aburrimiento mas que por interés encontré a un miembro muy especial. Ver una foto de mi antigua maestra de lengua me conmovió. Vi que tenía creado un perfil y automáticamente le envié un mensaje.
Que buenos recuerdos guardo de sus enseñanzas. Recuerdo sus clases magistrales, ejemplo en el que hoy en día me baso para enseñar. Deberían de usarse como metodología en las universidades donde se curse magisterio.

 Algo de lo que muchos estarían de acuerdo, era el respeto que nos infundía sin necesidad de castigar ni dar ni una sola voz. Solo con cercanía, comprensión y profesionalidad, hacían de ella una maestra ejemplar y única en el centro.
Gracias a ella, la promoción de alumnos de 8º de EGB de aquel año pudimos irnos de viaje de fin de curso. Y teniendo en cuenta “la camarilla de gamberretes” que formábamos esa promoción era para pensárselo.

La ley de Educación de 1970 y su EGB, para muchos fue la mejor reforma en educación habida en este país. Damnifica para muchos, idolatrada para otros, el caso es que aquellos que estudiamos en esa época vivimos nuestra escolaridad intensamente y para una gran mayoría fueron años inolvidables.
No sólo la escolaridad, decir que estudiaste EGB engloba un estilo de vida, música, cine, TV, moda, juguetes, deportes, gastronomía, juegos, …
Todo ello marcó nuestras vidas y los maestros que tuvimos también. Unos mejores que otros, como hoy en día.
Para un nostálgico enfermizo como yo, es emocionante volver a saber de alguien que te influyó en tu profesión, que te ayudó cuando eras un niño, que hizo realidad tus ilusiones en aquel entonces, que te formó como persona y que te trató con cariño y amistad en su propia casa.


Esta profesión por desgracia, te merma, te agota y te consume lentamente con el paso del tiempo. Ojalá el día de mañana quede en alguno de mis alumnos las mismas enseñanzas que han quedado en mí, gracias a mis dos profesores más queridos cuando estudié en la EGB.